A diferencia de lo que le pasa a GRR Martin, yo no tengo una horda de fans que se queja de que no publique la siguiente novela, y además, no sería capaz de escribir novelas. La única que se queja de la desidia que ha hecho que no escriba nada ni comparta fotos del maravilloso jardín desde – nada menos – que febrero, soy yo misma.
Siempre hay excusas. Basta poco para distraerme. Mucho de mi tiempo se ha ido en tareas de voluntariado de la protectora gatuna Equipo Bastet y estoy encantada con ello. No sólo me dedico a retratar a peludos rescatados. También fabrico peluches para ventas solidarias. Es una implicación muy emotiva y motivante para mí.
Aparte de esto, he aceptado un contrato de consultoría con la FAO y esto también me distrae, y eso que el grueso del trabajo está por venir.
El caso es que hemos tenido una primavera extraña. Altibajos de temperatura y humedad realmente desconcertantes. Por Marzo, tuvimos calores que lanzaron las plantas a un frenesí de crecimiento y floración que, desgraciadamente, fue a destiempo. Para Semana Santa, sufrieron frío y humedades, y muchas se afearon. Ahora están entrando los calores, pero de forma discreta y paulatina – esto me conviene perfectamente. Las jacarandas están preciosas, como también las bignonias y demás trepadoras. Mi wisteria, esa que no creí que fuera a florecer nunca, está echando una segunda (!) floración, esta vez con las flores compartiendo ramales llenos de hoja, es decir, espectacular. Qué pena que la web no transmita el perfume.
Esta entrega va de plantas, y le seguirá otra de bichos. He querido empezar por la wisteria porque con ella ha sido un ejercicio de paciencia y perseverancia, de poda severa, que es la única forma de que le dé por florecer. Pero también es símbolo de un jardín que, tras varios años de trabajo, va encontrando su equilibrio. Es cosa de que el jardinero conozca sus zonas (sol/sombra, viento/reparo, etc) y muchas tentativas frustradas hasta que se identifican las plantas que conviven bien y dónde tienen el sitio que les gusta. También pasa que las plantas necesitan madurar para desplegar todo su potencial. Como dicho, cuestión de paciencia, lo cual no es muy difícil, porque es fascinante verlas evolucionar, crecer, reforzarse y responder al clima. Es una observación no por lenta menos amena.
Los capullos del jazmín de Madagascar están abriéndose ya, y la enredadera va cubriendo poco a poco nuestra pared sur.
Antes de Navidad planté unas semillas que compré en Leroy Merlín. Decía que eran flores altas de pradera. Altas son, desde luego, como un metro. Las flores son las preciosidades amarillas y grana que veis arriba.
También he traído varias plantas de estanque, si bien sigo esperando que florezcan mis nenúfares, al menos ésta belleza (Pontederia cordata) si que me ha florecido.
Estoy aprendiendo a cuidar de bonsáis y tengo estos dos que me tienen enamorada. El de la izquierda es un ciruelo y el de la derecha un olmo ambos chinos y ambos enanos.
Y luego están las plantitas que vemos crecer desde la semilla que en su día plantamos. Estoy particularmente orgullosa de mis flamboyants. Perdieron la hoja durante el invierno, pero ahora están creciendo encantados, y con aquello de la afición por los bonsáis les hemos podado el tope para que se queden pequeñitos y florezcan pronto.
Para finalizar, los tomates y las fresas que plantamos en enero. Los tomates ya los hemos probado y saben a verdadera gloria, tanto los cherry como los de las variedades muchamiel y marmande. Es algo especial ver germinar una planta y dar fruto. Lástima que estos días el viento les está haciendo sufrir, pero lo importante es que les hemos pillado – creo yo – el truco a los tiempos de siembra, y que nuestras plantas han respondido a pesar de la loca primavera que estamos pasando.
En cuanto a las fresitas, van retrasadas, pero no me quejo, porque eso quiere decir que Mayo ha sido fresco, y por ahora Junio también lo está siendo. Con la sequía que padecemos, mejor que el verano nos sea leve. Una siempre puede esperar…
Pronto florecerán las plumerias, espero poder pronto compartir la belleza de otras muchas flores y plantas que están casi a punto. Disfrutad de este fin de primavera y del solsticio que se avecina! Ah! Las noches murcianas!
Querida Fuen:
Cuanto me gusta ver tus plantitas y leer tus atinados comentarios.
Besos mil de tu hermana que te quiere mucho
MARI