La Primavera se prepara

Se prepara a llegar, y aquí en el Jardín suele llegar pronto. También se prepara por nuestra parte. Hay que limpiar, renovar, abonar etc etc etc, para que cuando exploten los botoncillos y capullillos que ya se ven en las plantas, el jardín luzca todo su potencial. De modo que ya estamos en pleno modo «fin de hibernación», si bien faltan por llegar los bichillos, pero  no tardarán. Mientras, en casa, las orquídeas están llenas de capullo. Ha sido un invierno tamplado y muy seco, muy distinto de los dos primeros que hemos pasado aquí desde nuestra llegada. Tengo mucha curiosidad por ver cómo reaccionará el jardín, pero todos los signos son, por ahora, muy buenos. O quizá sea que con dos años de experiencia en las estaciones murcianas, mi capacidad de observación haya ido mejorando. Lo uno por lo otro, todo es positivo. El invierno es una estación muy bella, pero no hay nada tan bello como el despertar de los brotes tras el letargo.

Hoy quiero enseñaros varias cosas. Primero, una visita reciente a la huerta de mis tíos. Mi pobre tío ha estado algo pachucho, un par de semanas sin poder salir de casa, así que la huerta pedía a gritos una limpia y poda. Ahora que se encontraba mejor, aprovechamos el día estupendo de sol para ir a coger mandarinas, que están en su punto, y algunas naranjas navelinas, dulces dulces. Este pedacito de paraíso es realmente la imagen viva de la Huerta de antaño, que algunos fieles como mis tíos se esfuerzan en preservar: un mosaico de terrenos familiares donde lo pequeño se hace grande, porque las flores se funden con los frutales como en un broche de filigrana de oro, esmaltada de mil colores. Llevan muchos años intentando cargarse la Huerta de Murcia, pero todavía quedan irreductibles como mis tíos que nunca se rendirán al ladrillo. Por muchos años!

El huerto está en la linde del río. Es tan fértil la tierra que no hace falta abonar, ni apenas regar, para que todo crezca rotundamente. Tienen una casita minúscula donde es un placer pasar el día y comer al aire libre en el sombreado porche, mientras te rodean frutales y flores de todo tipo. Y a tan sólo 10 minutos andando del centro!

Mi Tia tiene especial habilidad en criar rosales de colores extravagantes. Cuando los trae y los planta, apenas levantan un palmo del suelo. Al año siguiente, están más altos que ella. Llevaba tiempo pidiéndole esquejes. Esta vez, la petición cayó en época propicia, y me traje siete a casa, que ya hemos plantado. Esperemos que me agarren y que pueda compartir pronto fotos de rosas espectaculares.

Tengo el capricho de tener un mini-estanque con pececitos, plantas acuáticas y una fuente que susurre y refresque las noches de verano. Me costó algo convencer a Paul, pero por fin pasó lo que siempre pasa, y es que al principio pone peros, pero al final se entusiasma incluso más que yo. Es aún pronto para plantar nenúfares o papiros, pero pasamos por la tienda de acuariofilia y nos trajimos algunas plantas que pusimos en un viejo barreño para ir acondicionándolo. Cuando llegue abril, estará listo para acoger plantas flotadoras y un par de pececillos de colores que, junto a una fuente solar, se encargarán de que no prosperen los mosquitos (especialmente el tigre). Continuará.

Y para terminar, la belleza de las plantas nuevas de este año. Disfrutad de los detalles que revela la fotografía en macro.

Un capullo de Camelia japonica.

Alhelí de invierno (Matthiola incana).

Detalle del alhelí.

Ranúnculo (Ranunculus asiaticus).

Felicia tara, con los pétalos encogidos de la mañana, que luego despliega al sol.

Esta preciosidad es una Armeria marítima.

Galvezia speciosa.

Mimi se interesa por la Galvezia. Gatica curiosa!

Celosia argentea. Esta la tenemos dentro porque aún hace demasiado fresco para ella, pero pronto podrá salir al jardín.

Y dos curiosidades:

Estas bolitas las está echando el galán de noche, creo que son sus semillas.

Y esto es una imagen macro del diminuto botón que se convertirá pronto en flores de azahar del limonero. Esto que veis medirá unos 3 ó 4 milímetros de alto. Nuestros dos limoneros están llenos de ellos, Nos espera una primavera fragante! Qué bien!