Drama en el Callistemon, y otros hallazgos

Ya conté en mi anterior entrada que ando sufriendo de Fiu. Mientras yo vegeto aletargada entre lecturas, siestas y videos de Juego de Tronos, el ínclito Paul continúa corajudamente su cuidado del jardín a pesar de los calores. Es él quien ha captado la mayor parte de las imágenes que ahora os presento.

Pero empecemos con un drama que tuve la suerte de presenciar y captar, si bien malamente, pero menos da una piedra. Nuestro Callistemon (una planta recia, de origen australiano) ha vuelto a florecer. Ya lo hizo en abril, pero después se apagó. Quizá sea porque lo hemos cambiado de sitio y ahora se gusta más donde está, nos ha sorprendido con una nueva floración.

Hoy, al emerger del dormitorio agradablemente acondicionado, Paul me llamó para que viera cómo una buena docena de abejas andaban deleitándose con las flores del Callistemon. Con dificultad, pero logré conseguir alguna imagen bonita de las abejitas libando golosamente.

En esas estábamos cuando apareció una avispa. No sé si queriendo o sin querer, fué a colisionar en pleno vuelo con una abeja. Las dos cayeron sobre un tallo del Callistemon, y visto y no visto, la avispa le asestó un aguijonazo a la abeja, que se encogió inmediatamente malherida. Mi cámara solo captó el instante posterior al ataque:

La pobre abeja se hizo una bola, agarrándose como podía a la planta, se agitó un poco y en cosa de apenas segundos cayó inerte al suelo. Me sorprendió lo rápido que actuó el veneno de la avispa. Ésta no se interesó en ningún momento por la planta ni sus flores. Creo que lo que vi fue un accidente, en el que las dos armaron una reacción defensiva recíproca , que la avispa ganó por ser más rápida y certera. Qué pena que no pudiera captar el momento preciso del golpe, pero fue rapidísimo.

Aparte de este episodio, aquí tenéis una selección de imágenes captadas por Paul, que le está cogiendo tino al macro y le salen muy bien:

Este es el infame mosquito tigre. Una especie ponzoñosa invasora que campa por sus respetos en Murcia, y especialmente por nuestra zona. Es un problema serio, ya que transmite lindezas como el dengue y otras enfermedades terribles. El ayuntamiento hace campaña para combatirlo, pidiendo a la gente que evite tener agua estancada, por pequeña que sea la cantidad. Pero sé por conversaciones con vecinos que la gente aquí dice que lo mejor para cuidar las plantas es poner el tiesto en una bandeja con agua, que es así como mejor se cuidan. El problema es que ahí es donde el Tigre adora poner los huevos. Este sujeto lo encontró Paul dentro de casa, en el sofá, al mediodia. No los vemos todos los días, pero un día que veamos a este bicho maligno es ya demasiado. Tengo por norma no matar a ningún bicho, salvo raras excepciones. Este es una de ellas.

Esta es la cochinilla algodonosa, una plaga difícil de erradicar que joroba mucho. Es un bicho diminuto y tenaz que deja la planta hecha mistos si no atajas la plaga.

Este ejemplar, me dicen que es un himenóptero, pero se parece mucho a las moscas de las flores, dípteros de la familia de los sírfidos. Sigo buscando identificarlo. Hay toda una horda de éstos libando en la duranta estos dias. Este en concreto es el más grande del grupo, y se le puede observar embistiendo a los más pequeños de sus congéneres como diciendo, Öye, enano, que aquí mando yo. Largo, a libar a otra parte!» Es bastante cómico ver a este bully en acción.

De nuevo la ninfa asesina de la chinche vampiro Zelus renardii, de la que ya he hablado en varias entradas. Está por doquier en el jardín. Esta la encontramos en una mata de hierbabuena.

Y además, Paul encontró una muda en las hojas del naranjo. Las ninfas de esta chinche mudan el exoesqueleto hasta cuatro veces hasta llegar a la madurez. Es alucinante ver el detalle de la muda. Se puede observar cómo la ninfa emergió por la parte de la cabeza, y dejó intactas las intersecciones de las patas con el tórax, y toda la extensión de sus largas antenas. Fascinante, no?

Con permiso del Fiu, volveré pronto con nuevas reflexiones y/o imágenes del jardín. Cuidaos mucho y… atención al tigre!

2 comentarios en “Drama en el Callistemon, y otros hallazgos”

  1. Que bonito lo que encuentras y escribes. Me parece fascinante la fauna que nos rodea y que excepto el maldito mosquito tigre, los otros no los notamos si no nos aproximamos tanto como Paul y tu.
    Besos y a seguir mostrándonos habitantes de las flores.
    MARI

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