Los humanos, y en especial los humanos murcianos, siempre hemos vivido en la contradicción. El ejemplo más obviamente pertinente hoy, último día del año, es aquello de proclamar que cualquier tiempo pasado fue mejor, mientras nos preparamos cuenquitos con 12 uvas de la suerte para conjurar un año nuevo que mejore el que dejamos atrás. Pues, Ladies and Gentlemen, Boys and Girls, ésta que lo es ha decidido que este año va a pasar mucho de las uvas. Es que ni me gusta comer uvas! A ver por qué diablos someterse a una tradición, por muy que la acate hasta el último mico en este país nuestro, si no me gustan las uvas, que por cierto hay que tener suerte para que te las vendan dulces.
Murcia hoy amanece con un aire más nítido que estos días pasados. Es una suerte, porque hoy se corre una San Silvestre, a pesar de que el protocolo de emergencias por polución dice que se evite hacer ejercicio al aire libre. Esto ilustra el título que le he dado a estas líneas. Viene de una canción conocida, pero redescubierta recientemente, del mítico grupo escocés The Stealer Wheelers, compuesta por su líder, Gerry Rafferty. Aquí os la dejo.
Antes de crear este grupo, Gerry andaba por los escenarios asociado a ese supremo genio que es Billy Connolly. No creo que, aparte de los excelentes ingenieros navales y ferroviarios que salieron de Glasgow a lo largo de su historia, haya visto la luz en esa ciudad mayor maravilla. Y es que Glasgow es muy especial. Dos ejemplos: allá por los años del terrorismo de Al Qaeda, un tipo trató de estrellar un coche bomba en la terminal del aeropuerto, donde multitud de familias se aprestaban a volar hacia Benidorm, Magaluf o similar. El coche se estrelló contra los bolardos sin explotar y al terrorista, a pesar del evidente peligro, le saltaron encima varios fornidos Glaswegians que a punto estuvieron de lincharlo. Terroristas a mí! El otro ejemplo es más – valga la redundancia – ejemplarizante: en 1986, plena época del apartheid, cuando el mundo publicaba protestas airadas contra el gobierno racista sudafricano, el ayuntamiento de Glasgow, en un arranque de brillante y efectivo activismo, decidió cambiar el nombre de la plaza donde se encontraba entonces el consulado sudafricano, St. George Place, para que en adelante se llamara Nelson Mandela Place. In your face!
Billy y Gerry hacían música folk, aquél con el banjo y éste a la guitarra. Entre canciones, Billy empezó a hacer monólogos cómicos, hasta que casi iban a verles más por ellos que por la música. Su asociación artística terminó amigablemente. Gerry formó los Stealer Wheelers y Billy empezó a girar en solitario. Billy tiene alzheimer avanzado y hace tiempo que no actúa. Contaros de él me llevaría muy lejos de mi propósito hoy, pero os aseguro que es un genio al que admiro profundísimamente. Siempre he creído que aquellas personas que saben hacernos reír a carcajadas representan la excelencia del ser humano en su más alta expresión.
Pero volviendo a los Stealer wheelers, lo que me ha llevado a compartir esta canción con vosotros hoy es su estribillo, que reza
«clowns to the left of me,
jokers to the right,
here I am
Stuck in the middle with you»
Por cortesía os lo traduzco: «payasos a mi izquierda, bromistas a mi derecha, aqui estoy, atascado en medio, contigo».
Así nos quieren, atascados todos entre payasos y bromistas. Esa es nuestra Res Publica, Ladies and Gentlemen, Boys and Girls, un ente okupado por gente muy poco seria, con nosotros en medio, algunos incrédulos, otros condicionados a base de telebasura y tertulias de pacotilla a disfrutar de un espejismo tras otro que les impiden pensar por sí mismos.
Creo profundamente que tal estado de cosas no es sostenible, y creo que este año que nos deja nos ha dado ya alguna pista de ello. La más señalada, a mi parecer, es que votar sigue siendo, a pesar de todo y con todo, algo que funciona. El horror del imperio de la caverna no es nada inevitable. Aún hay mucha gente que no está dispuesta a conformarse con estar atascada en el medio de payasos y bromistas, y cuando salen a votar, se nota, vaya si se nota. No es moco de pavo. Si os preguntáis cómo es posible que haya tanta agresividad, insulto e infamia en el lado derecho de la vida pública, sabed que es consecuencia de la desesperación. De que a pesar de todas las malas artes, las mentiras y los esfuerzos por idiotizarnos a todos, aún hay masa crítica que se resiste a los malvados payasos como los galos de Asterix. Nos salvamos por los pelos, pero ahí estamos. Seguimos!
La sabiduría se encuentra muchas veces en lugares inesperados. En una partida de dominó – qué maravilloso juego – cuando el tío Pepe te espeta «¿piensas bien?» Pues sí, hay que esforzarse en pensar bien, ¿no creéis?
No me es posible daros la clave absoluta del pensar bien (intentarlo sería una total presunción por mi parte), pero sí puedo compartir algún que otro truco que al menos a mi me va bien. Por ejemplo: recrearse en la belleza que nos rodea es un método muy útil y placentero, un abrir de ojos, un refresco espiritual. Y por eso, os envío hoy mis mejores augurios para el 2024 con una selección de imágenes captadas a lo largo de este año que se nos va. En ellas se palpa lo bueno que nos rodea, y espero que os lleguen al corazón y os den ánimo y fuerza para pensar bien, hacer vuestra parte para que todo mejore, como yo me propongo por supuesto, empezando por aquí: rebelión contra los payasos y los bromistas, y amabilidad, amabilidad siempre con los que nos rodean. Ellos podrán seguir atascados en el medio de la rabia y el pataleo, pero nosotros, no.
Feliz 2024. Os quiero.
Animalitos bellos
Paisajes y rincones maravillosos
Momentos con mi gente
Luz en la oscuridad: evolución de la luna llena de la cosecha, Septiembre 2023
Yo tampoco comí las uvas este año. Feliz 2024 hermana! La Agualeja quiero verla contigo. Un beso. Fotos= exposición ya !!!!
Lo que el poder instituido quiere es que no seamos nosotros mismos, que dejemos de hacer locuras, que no actuemos por pasión ni en respuesta a una inspiración, que no sigamos nuestro instinto, que no desarrollemos nuestras capacidades innatas, que no nos guiemos en la vida por amor, que no soñemos ni desarrollemos un proyecto de vida al margen de lo instituido/de lo socialmente conveniente… Quiere, en cambio, que nos comportemos asumiendo obligaciones y deberes en tanto miembros de una sociedad: ciudadanos, padres o madres, trabajadores, políticos, consumidores, empresarios…
Detrás de esta actitud están las nociones cristianas de la culpa (jurídicamente, ser responsable es ser culpable) y del sacrificio de uno mismo.El ser humano no es responsable del mundo porque no es culpable por haber nacido. A la noción del ser humano como responsable del mundo opone el amor la aceptación de las cosas como son.
No hay nada ético en renunciar a la libertad y a la felicidad. Ni de hecho se hace un bien a nadie actuando de forma responsable. Al contrario: solo siendo libres y desarrollando nuestras capacidades innatas (la vida como un don, un regalo de Dios) podremos dar algo sano y liberador a los demás. La responsabilidad nos mantiene presos del entramado de las obligaciones impuestas que ahogan nuestra vida.
La responsabilidad/obligación y el amor no pueden coincidir. Hay un abismo entre cuidar a alguien por responsabilidad/obligación o en hacerlo por amor.
Es un intento de PENSAR BIEN.
Pero ahora ya no es París: Ahora decimos » Siempre nos quedará Glasgow»! .
Un apunte final sobre las tradiciones:
Cuando mi hija Laura &familia se trasladaron a Sidney, le envié una caja llena de preciosos libros en catalán sobre nuestra historia y cultura; acompañaba una carta en la que le recomendaba acordarse de las tradiciones siempre que le resultasen útiles, real o emocionalmente: de no ser así, que prescindiese sin reparos de ellas…..Las tradiciones al servicio de la persona y no al contrario!
El pasado es cierto: el futuro es incierto. Por ello el primero es RECUERDO y el segundo IMAGINACION. De ahí la estulta tradición de las uvas, a pesar de afirmar que cualquier tiempo pasado fue mejor!